domingo, 22 de septiembre de 2019

Yogur casero al horno

Llevaba tiempo viendo esta receta en internet y tenía ganas de probarla. Este fue mi primer intento y ha sido todo un éxito, así que sin duda, repetiré. Las próximas veces probaré también yogures con frutas, pero eso ya será en otra receta. De momento aquí os dejo mi versión de esta receta.

Ingredientes (para 8 yogures)
1 litro de leche fresca (yo he usado entera, en esto no vamos a escatimar grasa, pues la diferencia no es tan importante)
1 yogur natural (igualmente he usado uno entero, pues los desnatados tienen más azúcar y no hay tanta diferencia en grasas)
1 cucharadita de postre de Stevia. Yo no uso azúcar, pero la Stevia es mucho más endulzante, así que con 1 cucharadita para esta cantidad, basta. Es lo suficiente para que el yogur no sepa ácido, pero no es muy dulzón.

Preparación
Vamos a dejar la mezcla unas 12 horas en el horno (apagado, tranquilas), así que buscad un momento del día en que esto no sea un problema. Yo lo preparé por la noche y por la mañana estaban listos.
Precalentamos el horno a 50º para que esté templado cuando metamos los yogures.
Se trata de mezclar los ingredientes y subir la temperatura de la mezcla hasta 45º centígrados, pero sobre todo, que no suba de 50º, pues el fermento moriría y no nos saldría el yogur.
Yo he usado la Thermomix para mezclarlo y para subirle la temperatura, y en mi caso, como mi modelo es antiguo, no tiene temperatura de 45º, sino de 50º, asi que para no arriesgarme a pasarme, he usado un termómetro de cocina para vigilar la temperatura. Así pues, en Thermomix, ponemos la leche, el yogur y la Stevia y mezclamos 10 segundos a v6. A continuación, ponemos temperatura 45º (si vuestra Thermomix lo permite) o 50º si como la mía, es la T31. Programamos 5 minutos a velocidad 3,5.
Como la leche estaba en la nevera (la leche fresca siempre lo está), tarda un poco en alcanzar esta temperatura, si no le damos velocidad, se calentará solo la parte de abajo, pero no se mezclará bien. Yo he usado este termómetro, con cuidado de no chocar con las cuchillas, solo por la parte superior, para vigilar que no me pasara de 45. Cuando estaba a punto de llegar a 45º, he apagado la máquina y he sacado el vaso de la base para que no siguiera calentando más.
Ahora vertemos la mezcla en los vasos que vayamos a utilizar. Yo tenía unos de barro y otros de cristal, he usado 6 de barro y 2 de cristal (uno de ellos el del propio yogur que ha servido de base para la receta). Preparamos una bandeja de horno con un paño que servirá para que no se enfríen, aunque estos días la temperatura de mi cocina no baja mucho, creo que esto les ayudará. Colocamos los vasos encima del paño y metemos en el horno.
Apagamos el horno y dejamos reposar durante 12 horas. Pasado este tiempo, nuestros yogures estarán hechos.
Fijaos qué consistencia:
Ahora hay que llevarlos a la nevera. Se recomiendan enfriar bien, al menos unas 4 horas antes de comerlos. Yo los tapé con estos papeles de horno y estas telas sujetas con unas gomas.
Y uno de los vasos tenía tapa, así que la utilicé. Este será mejor para llevar a trabajar.
Están buenísimos, aunque como digo, otro día probare con fruta para hacerlos de sabor. Espero que os animéis a hacer estos yogures caseros y me digáis qué os han parecido.

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