Ingredientes
1 pieza de lomo de cerdo blanco
1 bolsa de 2 kg de Sal gorda (suele poner "especial horno")
Pimienta negra molida
Hierbas secas a vuestro gusto (yo he puesto orégano, estragón, perejil...)
1 chorro de aceite de oliva virgen extra
Unas gotas de agua
Preparación
Encendemos el horno a 200º, calor arriba y abajo.
Sacamos el lomo y lo limpiamos un poco de grasa y nervios
Espolvoreamos con la pimienta y las hierbas por uno de los lados.
preparamos la fuente para horno, donde quepa el lomo entero más la sal. Yo he usado estos
ponemos aproximadamente la mitad de la sal cubriendo la base de la fuente
espolvoreamos con unas gotas de agua, con nuestras propias manos. Ahora colocamos el lomo con las hierbas hacia abajo, dejando a la vista la parte que no está sazonada, y sazonamos esa parte ya sobre la sal
terminamos con un chorro de aceite de oliva virgen extra y extendemos con las manos por toda la superficie. Por último, cubrimos con el resto de la sal, que quede bien cubierto y con una capa bien gruesa.
volvemos a mojarnos las manos y espolvoreamos por toda la superficie de la sal, de forma que se quede bien apelmazada. Ayudándonos de un trozo de papel de horno (o del mismo que traemos de la carnicería) apretamos bien fuerte la sal.
Horneamos durante 1 hora por cada kg de lomo. El mío tenía 1 kg y cuarto, así que estuvo 1 hora y cuarto.
Al salir del horno, es posible que la costra exterior se haya partido, esto es normal, y además el lomo habrá encogido por el calor y estará separado de la sal.
al sacarlo del horno estará muy caliente. Si lo hemos preparado con tiempo, podemos dejarlo templar. Si vamos mal de tiempo, lo vamos abriendo con cuidado de no quemarnos.
Golpeamos la costra de sal en línea recta por varios puntos hasta que consigamos abrir una grieta.
Con cuidado de no quemarnos, apartamos la sal y sacamos el lomo, quitando el máximo de sal antes de sacarlo.
Lo ponemos en una superficie donde lo podamos terminar de limpiar de sal y cortar. El resto de sal lo quitamos con ayuda de un trozo de papel de cocina, sin apretar para no llevarnos las hierbas.
lo mejor para cortarlo en lonchas finas es usar un cuchillo jamonero, hace un corte limpio y no rompe las fibras de la carne, por lo que deja todo el sabor dentro.
Podemos servirlo con la guarnición que más nos guste, unas patatas, un arroz, algunas verduras... y si no queréis hacer salsas, con un chorro de aceite de oliva virgen por encima, ya estará delicioso. Al comerlo se notan las hierbas en el borde y el sabor es fantástico.
Yo lo he servido con arroz blanco y salsa de piña.
Como veis más simple no puede ser, además de sano, porque no lleva ninguna grasa añadida. Se puede comer caliente, recién hecho, o bien dejarlo enfriar y usarlo para hacer bocadillos fríos ahora en verano. Como más os guste!
Tiene que estar buenisimo y no tiene mucho trabajo, se puede hacer
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