Solomillos de cerdo en salsa de manzana y pimienta

Estreno con esta receta los segundos platos en el blog, que ya era hora. Esta es una variación de varias recetas, cogiendo un poco de aquí y un poco de allá, algo de imaginación y muchas ganas. El resultado ha sido un plato espectacular, con un sabor medio picante, medio dulce, medio salado que tendréis que probar. 
Las cantidades son iguales en todo menos en el solomillo, que pondréis cantidad en función de los comensales y de lo comilones que sean éstos. 



Ingredientes
- Solomillo de cerdo entero en cantidad suficiente para los comensales.
- 1 pastilla de caldo de carne
- 3 cucharadas soperas de harina
- 3 cucharadas soperas de azúcar morena
- Aceite de oliva para freir
- Sal y pimienta
Para la salsa
- 200 ml de nata líquida (yo he usado para montar, pero puede ser de la normal)
- 1/2 taza brandy u Oporto (lo que más os guste o tengáis a mano)
- 1/2 taza de Jerez 
- Unos 10 granos de pimienta blanca y otros 10 de pimienta negra
- 1 manzana pelada y hecha puré. 
- Sal y pimienta negra molida

Preparación
Cortamos los solomillos en rodajas de 1 dedo de grosor. Los salpimentamos.

Ponemos en un bol la harina, el azúcar morena y la pastilla de caldo de carne desmenuzada. Lo mezclamos bien con ayuda de una cucharita y rebozamos los filetes de solomillo.

Ponemos el aceite a calentar mientras vamos rebozando los filetes. Cuando el aceite esté bien caliente vamos friendo éstos lo suficiente para que se hagan bien por dentro, pero que queden jugosos. 

A medida que se van haciendo los pasamos a una cacerola muy ancha, para que estén los más posibles sobre la superficie y se hagan bien con la salsa que les vamos a preparar. Cuando terminemos, reservamos y colamos el aceite que hemos usado.

Ahora preparamos la salsa. Ponemos el brandy y el jerez en una sartén limpia y hervimos hasta que pierda el máximo alcohol y reduzca removiendo continuamente. Cuando ya no huela a alcohol, añadimos los granos de pimienta y la nata, removiendo sin parar. Dejamos que la nata hierva y añadimos el aceite que habíamos reservado anteriormente, la sal y la pimienta molida. Seguimos removiendo unos minutos hasta que la nata esté bien cocida. Ojo que no se queme, no dejéis de remover y si veis que se oscurece mucho, retirad del fuego, que se puede quemar. Entonces añadimos la manzana en puré y removemos unos 2 minutos más.

Echamos por encima de la cazuela donde estaban los filetes de solomillo ya fritos y llevamos al fuego. Dejamos cocer a fuego medio durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera para evitar que la salsa se pegue al fondo de la cazuela. Mientras esté hirviendo, el solomillo soltará el jugo interior y la salsa se hará más oscura y sabrosa. Al terminar la cocción dejamos reposar sin fuego para que absorba todo el sabor. Si es posible, dejar al menos 1/2 hora.

Y ya estará listo para comer. ¡Que lo disfrutéis!