Cuando me compré la Thermomix descubrí esta receta en su libro de recetas básicas y desde entonces no hago otra. Evitamos el riesgo de comer huevo crudo y de sabor es buenísima, además de ser más ligera. Si no os gusta tan blanca, podéis ponerle una pizca de colorante alimentario para que quede más amarilla, pero eso es cuestión de gustos.
Ingredientes
300 gr de aceite de girasol o de oliva suave
150 gr de leche
1 diente de ajo (esto es opcional pero yo siempre se lo pongo)
sal al gusto
el zumo de 1/2 limón o unas gotas de vinagre (opcional, yo no se lo pongo)
Preparación
Pesamos el aceite y reservamos.
Ponemos en el vaso la leche y el diente de ajo y programamos 1 minuto, 37º v5.
Con el cubilete puesto, programamos 3 minutos, 37º, v5 y vamos vertiendo poco a poco el aceite sobre la tapa (irá cayendo por el bocal a hilo).
Al terminar quedará así.
Ahora es el momento de añadirle el limón o vinagre, pero ya digo que yo no se lo pongo. También podéis ponerle una pizca de colorante para que quede más amarillo.
Y ya la tenemos lista. Esta de la foto es con la mitad de los ingredientes (150 de aceite y 75 de leche). También le añadí un poco de perejil.
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