¿Alguna vez os habéis preguntado cómo harán en las panaderías esos bizcochos esponjosos, tiernos, suaves... con ese sabor tan fantástico? pues ya he descubierto cómo. ¡Esta es la receta! Se trata de un bizcocho que no lleva levadura, y que consigue su levado mediante las claras montadas a punto de nieve. No lleva apenas harina y es puro sabor, esponjoso y tierno como nunca lo habéis probado. Yo hice la mitad de los ingredientes porque solo me quedaban 4 huevos en la nevera y quería probarlo, pero ya estoy pensando en volver a hacerlo y con la receta completa, porque esta cantidad nos duró un asalto en casa. Lo hice con harina de trigo, pero estoy segura de que con una harina sin gluten saldrá igual de bueno.
Ingredientes
8 huevos a temperatura ambiente
300 gr de azúcar
120 gr de harina
1 cucharadita de esencia de vainilla o azúcar avainillada.
1 pizca de sal
Preparación
Pesamos la harina y reservamos. Encendemos el horno a 200º.
Separamos las claras de las yemas con mucho cuidado que no quede nada de yema en las claras. Es mejor separarlas 1 por 1 en un vaso aparte por si se estropea una, que no estropeemos todas. Una clara con restos de yema no montará y hará que no monte ninguna.
Montamos las claras a punto de nieve fuerte. En Thermomix lo hacemos poniéndolas en el vaso con la mariposa y la pizca de sal y programando 6 minutos a velocidad 3.5. Reservamos en un bol grande.
Ahora batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen. En la thermomix programamos primero 6 minutos a 37º, con la mariposa a velocidad 3.5. Después programamos otros 6 minutos a la misma velocidad sin temperatura. Ahora quitamos el bocal, ponemos la máquina a velocidad 2 y sin quitar la mariposa vamos añadiendo la harina cucharada a cucharada.
Esto sin thermomix significa ir añadiendo la harina a las yemas poco a poco e ir batiendo para que se integren bien. A continuación vamos mezclando con las claras montadas con movimientos envolventes para que no se desmonten mucho.
Preparamos el recipiente engrasándolo con mantequilla (yo usé aceite de girasol) y un poco de harina, para que desmolde bien, vertemos la mezcla. Metemos en el horno y bajamos la temperatura a 150º. Horneamos durante 1 hora y 10 minutos (con la mitad de ingredientes, 45 minutos). Para comprobar que está hecho, pinchamos con un palillo y verificamos que salga limpio. Lo sacamos, lo dejamos templar y lo desmoldamos. Es normal que al sacarlo baje un poco.
Este no subió mucho porque usé la mitad de ingredientes, pero si usáis los 8 huevos, subirá mucho, así que usad un recipiente grande. Mirad qué corte, no puede ser más esponjoso.
Es una delicia para el paladar, ideal para el desayuno o para la merienda. Os va a encantar.
¡Qué buena pinta!
ResponderEliminar¿Y lo coméis solo? O untado de algo?
Serían como "cortadillos", que decimos por aquí...
Bss,
Inma
Es que yo creo que no te admite untar, porque es tan suave que se desmontaría. De verdad, la textura te sorprenderá.
ResponderEliminarOk, a ver si lo pruebo ;-)
EliminarBss,
Inma
Es un bizcocho genovés. Yo lo uso bastante para las tartas. Es el que mejor te admite los rellenos. Y si lo haces mas planito, es con el que se hace los brazos de gitano.
ResponderEliminarMon, en realidad el bizcocho genovés tiene mucha más proporción de harina por huevo, más del doble!! Este es mucho más ligero, menos compacto.
Eliminarpues si es facilito de hacer, yo le tengo pillado el punto a los bizcochos en general, me salen muy ricos. Este lo hare seguro, ya te digo algo!!
ResponderEliminarYolanda que bueno se ve el bizcocho y esponjoso, habra que probarlo. Besos.
ResponderEliminarUmmmmm, qué rico Yolanda!
ResponderEliminarque bueno, no? nunca lo había pensado, como los harían!! gracias por tu aportación...chao!
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