Naranjas confitadas

En previsión de los próximos dulces que voy a preparar, hoy he hecho unas naranjas confitadas, que usaré después en un turrón y - cómo no - en el Roscón de Reyes. No puede ser más simple y fácil, solo hay que tener un sitio donde escurrirlas al terminar, y unas horas sin tocarlas mientras se secan. Yo he empezado con una naranja, y estas son las cantidades necesarias:

Ingredientes
- 1 naranja de mesa de buena calidad
- 300 gr de azúcar
- 150 gr de agua
Preparación
Primero limpiamos bien la piel de la naranja con un cepillo limpio, la secamos bien.

Ponemos en un cazo al fuego el azúcar y el agua, llevamos a ebullición.

Cortamos la naranja en rodajas de 1/2 cm de grosor aproximadamente

Ponemos las rodajas en el agua, colocándolas de forma más o menos regular.

Pensad que luego no podemos moverlas para que no se rompan.

Dejamos hervir a fuego lento durante 1 hora y media. De vez en cuando removemos, pero moviendo el cazo, sin tocar las naranjas.

Pasado ese tiempo, preparamos una rejilla y vamos sacando las rodajas a la rejilla con ayuda de una espátula o cuchara.

Nos habrá quedado un almíbar con sabor a naranja que yo no pienso tirar. Lo guardamos en un frasco, que ya le daremos uso.

Las rodajas de naranja tienen que escurrir unas horas. Yo las he tenido unas 4 horas y ya no goteaban nada. las he guardado en papel film, poniendo una rodaja, una capa de film, una rodaja, otra capa, y así hasta terminar. Al final, todas las rodajas con el film, dentro de una bolsa y al congelador, para usarlas cuando las necesite.